El cáncer óseo primario es una enfermedad rara. Sin embargo, surge principalmente en niños y adolescentes jóvenes y, a pesar de las terapias actuales, la tasa de mortalidad sigue siendo de alrededor del 50%.
La enfermedad metastásica ósea, generalmente incurable, tiene además graves manifestaciones clínicas (dolor, fragilidad ósea, etc.), lo que convierte a esta devastadora complicación del cáncer en un importante y costoso problema sanitario.
La terapia actual para los cánceres óseos primarios suele incluir la resección del tumor seguida de quimioterapia y/o radioterapia. En algunos casos, estas cirugías asocian la amputación de las extremidades e incluso cuando no es el caso, la mayoría de los pacientes que se someten a la cirugía de preservación de las extremidades necesitan una cirugía reconstructiva para recuperar la función de la extremidad. Los efectos secundarios asociados a la quimioterapia, los riesgos y las limitaciones de las opciones de tratamiento actuales ponen de manifiesto una importante necesidad no cubierta.